Friday, May 11, 2007

HA NACIDO UNA ESTRELLA


De vez en cuando, el mercado automovilístico nos sorprende con
la aparición de joyas de vocación deportiva que, como este Honda, impactan por su radicalidad y por un motor fuera de lo común. El nuevo Civic Type R esconde bajo su capó una especie de homenaje al motor. La joya mecánica del flamante modelo japonés prescinde del turbo, y tal vez por ello resulta tan especial. Se trata de un propulsor de gasolina atmosférico que cubica dos litros y que es capaz de alcanzar una potencia de nada menos que 201 CV. Por fuera, los apéndices aerodinámicos que rodean los bajos del coche ponen de relieve a simple vista sus pretensiones. Pero es al acceder al interior cuando uno se da cuenta realmente de su inusual genética. Los asientos son muy similares a los que se emplean en las competiciones automovilísticas, con el fin de ofrecer un alto nivel de sujeción lateral que impida el efecto de la fuerza centrífuga sobre el cuerpo. Y es que en un Honda Civic Type R, hasta el más mínimo detalle ha sido pensado para devorar las carreteras a un ritmo de vértigo.

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